LA TRIBU

¿Pequeños tiranos o padres perdidos?

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Estaban desesperados porque su adorable hija se había convertido en una mocosa malcriada y exigente, no dejaban de preguntarse en que se habían equivocado. Era obvio que se habían relajado demasiado y con los niños nunca se puede bajar la guardia. La pequeña tirana ostentaba su poder de forma insultante. Lloraba nada más depositarla en la cuna y, la muy lista, solo se callaba cuando la cogían en brazos. Se agarraba al pecho a todas horas por puro vicio, y no les dejaba dormir porque se despertaba continuamente alterando su descanso nocturno. Se negaba a comerse los purés que su esclavizada madre preparaba, pero la maleducada enganchaba sin darnos cuenta cualquier cosa comestible que hubiese en la mesa, o lo que es peor, por el suelo. Demandaba atención constante, sin tener consideración por sus agotados padres que llegaban exhaustos del trabajo. Estas vicisitudes, relataban los padres primerizos acongojados.

– ¿Cree que es grave, doctor? ¿Podremos reeducarla?

Mientras, el bebé en el carrito lanzaba un S.O.S. desesperado.

– ¿Lo ve?, ya está llorando otra vez.

Aunque esta es una situación hipotética e hiperbólica representa cómo las expectativas que tenemos sobre nuestros bebés, en ocasiones, no se cumplen. Esto nos lleva a desesperarnos, clamar al cielo y decir aquello de este niño sale a ti.  ¿Y cuáles son las expectativas más comunes?

Expectativas románticas: se basan en una información errónea e idealizada. Los medios de comunicación contribuyen de forma especial a perpetuar estas ideas. En las películas los niños no hacen ruido, ni molestan, se quedan plácidamente dormidos en el moisés hasta la siguiente toma. Se asemejan más a un Nenuco que a un niño. Esto también incluye la felicidad ilimitada, sin ojeras, sin dos tallas más, sin depresión posparto y sin dos tetas como dos balones a punto de reventar.

No es como lo imaginábamos:  llora más de la cuenta o más de lo que nos gustaría, que siempre es mucho y a destiempo. A veces por imaginar, los independizamos a los seis meses y queremos que duerman solos, caminen antes de lo que les corresponde o coman dos platos completos más postre sin rechistar.

¿Tu vida? Ni está ni se la espera: la que pensase que volvería a dormir más de cuatro horas, y seguidas en una misma noche, ya se puede ir despidiendo de ello en un tiempo muuuuy largo. Tu vida ya no es tuya, no te pertenece y eso hay que aceptarlo de forma irracional e instintiva. Por suerte, las hormonas, los ojitos que nos pone nuestro peque y sus sonrisas ayudan a que nos olvidemos de que una vez existimos.

Mejorará nuestra relación de pareja: jajaja, ni de coña. Por muy buena que fuese vuestra relación antes de la llegada del peque discutiréis más que nunca. Los enfados se multiplican con la misma velocidad que las lombrices. Las discrepancias pueden venir por diferencias sobre la crianza del bebé, por interferencias de la familia, por cómo organizar las tareas en casa o por cualquier chorrada. El cansancio acumulado ejerce un efecto potenciador del mal rollo.

Los bebés no dan trabajo, duermen todo el día: Pues que me digan donde están esos bebés transgénicos y mejorados que hacen lo que queramos a voluntad. Porque el mío no para quieto, ni  tiene horario, ni se desconecta después de las diez.

Nos entenderemos a la perfección: pues complicado, porque ellos vienen sin libro de instrucciones y nosotras hemos desconectado de la maternidad hasta el parto. Resultado: qué hace una chica como yo en un sitio como este, o lo que es lo mismo, ¡Dios, dónde nos hemos metido! Por supuesto, nuestro entorno tiene consejos de todo tipo que a veces confunden más que ayudan. La poca sintonía entre madre e hijo también puede provocar situaciones como las del relato, en las que algunos pueden llegar a pensar que el niño llora o protesta para fastidiar a sus sacrificados padres. ¿Por qué llora ahora si acaba de comer y tiene el pañal limpio? Pues en muchos momentos imposible saberlo. En algunas ocasiones,  porque necesita estar contigo. Lo que nos lleva al punto siguiente.

Los niños se crían solos: pues no. No somos conscientes de lo mucho que nos necesitan los primeros años de su vida. Así de simple, o al menos, eso señalan autores que defienden la crianza con apego como Carlos González. Tu hijo necesita contacto físico las 24 horas del día, y a ser posible, que seas tú la que le lleves en brazos y le colmes de besos y caricias. Es a ti y solo a ti, a quien necesita, no un muñeco, ni un chupete ni la hamaca vibratoria último modelo.

Esto es parte de ser madre:

Olvidarte de tus expectativas y abrazar tu nueva y caótica vida.

Ese es tu hijo, su felicidad lo vale todo.

Y Recuerda que:

Nadie te mirará jamás con esos ojos con los que él te mira,

ni te sonreirá de esa manera,

ni te querrá de forma tan incondicional por ser tú.

Feliz comienzo de semana!!!!!

 

 

 

 

 

 

8 comentarios sobre “¿Pequeños tiranos o padres perdidos?

  1. Pero qué buen post 🙂 Y sí, tienes toda la razón: en todo. Yo he tardado cuatro años en volver a dormir. Y cuando digo dormir me refiero a dormir más de dos o tres horas seguidas. Ahora sí empiezo a dormir, incluso últimamente toda la noche de tirón 🙂 Afortunadamente sabíamos lo que hacíamos, aunque nunca lo sabes del todo hasta que no estás en ello. Y es que tener un hijo es aparcar tu vida para estar por él, a todas horas. Y tener dos ya ni te cuento 😉 Un abrazo

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    1. ¡Qué razón tienes! La maternidad es un trabajo a tiempo completo. Lo de dormir es lo que más cuesta porque uno lo necesita. ¡Madre mía, cuatro años sin dormir, suena agotador! Nosotros vamos durmiendo gracias a que practicamos colecho. No sé si tendremos un segundo bebé, pero ya me han dicho que es más que el doble de trabajo. ¿Cómo te organizas? Porque yo con uno, a veces no me da la vida. Un abrazo.

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      1. Nosotros también hemos practicado colecho, y seguimos haciéndolo cuando están maletes o nos requieren… Con dos el trabajo se multiplica, también es que los tuvimos bastante seguidos, se llevan 22 meses. Es muy bonito pero totalmente agotador. ¿Organizarme? Como puedo, jajaja. Ahora mejor, que el pequeño ya empieza a ser mayor, pero a veces es un caos-locura. Sobretodo porque son muy movidos, y detrás de una trastada me hacen otra 😉 ¡Un abrazo!

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  2. AIns calla que este tema me da para un comentario tipo Quijote.
    Estoy harta de escuchar a conocidas quejarse porque al mes de nacer, no duermen del tiron, solo quieren brazos, lloran o no pueden salir sin ellos… No coment.
    Ahora la gente se piensa que un bebé tiene que nacer ya independiente y desapegado, que no moleste demasiado y duerma bien para que a los papas no les altere la vida.
    Pero vamos a ver, quien les ha contado eso? Los bebes duermen intervalos o periodos cortos, lloran porque es su única forma de expresarse, nos necesitan, nos quieren cerca,y si no tienes estas cosas claras desde el principio..pues claro, estaras el primer mes quejándote de que no duermes y que el bebe es un tirano.
    Estoy tan harta de oír decir que nos manipulan, que nos toman la medida y mil tonterias mas. Son solo bebes por dios, quieren brazos, quieren calor, quieren apego, llevan 9 meses dentro de ti, salen al mundo y les da miedo, es lógico.
    Mi hijo siempre ha dormido mucho, pero no del tirón, porque siempre le di teta y le sigo dando, así que con 3 años y medio, aún se despierta alguna noche. Lo «fácil» habría sido «enchufarle» biberón para que duerma del tirón como te dicen o aconsejan algunas pero ¿por qué? Yo se donde me metí, sabía que no dormiría del tirón, soy consciente de que el sueño es madurativo y lleva su tiempo, no vale quejarme ahora.
    En fin..me ha encantado, ya paro porque me estaría aquí todo el día jaja.

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    1. Yo creo que la televisión ha hecho mucho daño en este tema. Siempre salen niños perfectos que no molestan y duermen del tirón. Esto de ser madre no es de color de rosa, pero precisamente por eso es tan emocionante. Me ha encantado tu comentario y muchas gracias por comentar. Un beso muy grande.

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  3. Cuánta razón tienes. Es cierto que las expectativas que tenemos suelen ser bastante irreales, pero también es cierto que pocas veces nos avisan de ello. En la preparación al parto, por ejemplo, nos preparan mucho para ese momento pero no para lo que viene después. Las imágenes de maternidades perfectas que hay en los medios tampoco ayudan. Yo sobreviví gracias a la pequeña tribu de mamis que encontré y es que en la soledad de las pequeñas familias de hoy en día se puede hacertodo muy cuesta arriba. Por suerte, una vez cambias el chip y comprendes cómo son los bebés de verdad, puedes disfrutar mucho más de esta nueva vida.

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    1. Te leo y me siento muy identificada con lo que cuentas. En la tele todo es perfecto, pero esa no es la realidad. Nadie te prepara para lo que viene después. A mí también me salvó el apoyo del grupo de mamás. Y mi matrona que es maravillosa. Y como tú dices, te adaptas y decides disfrutarlo que el tiempo pasa muy rápido. Un beso muy grande y gracias por comentar.

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